viernes, marzo 31, 2006

Viaje al país de las paradojas

Ayer miércoles tuve la oportunidad de impartir un seminario sobre Innovación a orillas del maravilloso río Orinoco, en Puerto Ordaz, Guayana (Venezuela). Al finalizar mi seminario puede visitar con una persona de FUNDACITE (organizadores del evento) las espectaculares represas del río Caroní. Precisamente hoy se inaugura la cuarta de ellas, Caruachi. Una central con doce generadores que tiene capacidad suficiente para cubrir el 20% del consumo nacional de Venezuela.


La presa es espectacular. Tiene una altura de 50 metros y cuenta con una longitud de 5.728 metros. La capacidad del embalse es de 3.530.000 miles de metros cúbicos. La superficie es superior a los 238.000 metros cuadrados. Y una capacidad de 2.196 megavatios (Mw). Según cifras venezolanas, la nación obtendrá un ahorro sustancial de 74.000 barriles diarios de petróleo. Una paradoja, invertir en centrales hidroeléctricas para ahorrar petróleo, cuando Venezuela es uno de los principales países productores y llenar el depósito de gasolina de un vehículo supone 4.000 bolívares (menos de 2 euros).

Caruachi, junto a Guri, Macagua I y II y Tocoma (en la etapa inicial de los trabajos) representan el programa de aprovechamiento del potencial hidroeléctrico del Bajo Caroní, estimado en unos 17 millones de kilovatios. O lo que es lo mismo, el 75% de la energía eléctrica del país.

Una segunda paradoja: visité un museo que cuenta la construcción de las represas. Y paradójicamente le llaman “ecomuseo”. Tal vez intentan minimizar el impacto ecológico de los millones de toneladas de hormigón y los miles de hectáreas de selva que hoy han quedado bajo las aguas, con su flora y el hábitat tanto de sus pobladores indígenas como de su fauna.

Me ha sorprendido el tejido industrial de Guayana. La zona del Orinoco es pródiga en minerales (bauxita, oro, hierro…) que, combinados con la espectacular producción de energía eléctrica, alimentan un tejido industrial liderado por siderurgias y otras industrias pesadas. Aquí viene la tercera paradoja: ¡qué rico es Venezuela! ¡Y qué situación económica padece!

Sin duda Venezuela es el país de las paradojas. Un gobierno que se dice socialista (lo llaman socialismo del siglo XXI) echó a la calle a 20.000 trabajadores durante el paro petrolero (al parecer en el socialismo del siglo XXI no hay derecho a la huelga para los trabajadores) mientras que la banca genera los mayores beneficios de su historia. Un gobierno socialista que en siete años ha sido un incapaz de generar un sistema de seguridad social creíble y que a pesar de que el barril de petróleo ha pasado de 10 a 60 dólares no ha conseguido reducir el número de pobres (y exportan 1.000 millones de barriles anuales). Sube el precio del petróleo de forma espectacular y Venezuela desciende al puesto 75 en el índice de desarrollo humano (IDH) del PNUD (cuando el petróleo se vendía a nueve dólares, Venezuela estaba en el número 46).

Otra paradoja: un país que ingresa 60.000 millones de dólares anuales gracias al oro negro ve como el 47% de sus 24 millones de habitantes sobreviven con dos dólares diarios o menos (lo que provoca que un 22% sufra desnutrición) y aunque resulte increíble aumenta la tasa de mortalidad infantil.

Cuando en España defendemos a ultranza al pequeño comercio porque da vida y sentido a nuestras ciudades, en Caracas, un señorial paseo llamado Sabana Grande se ha convertido en un zoco invadido por buhoneros. Me he quedado alucinado paseando entre vendedores de ropa, libros usados, software, películas y CD´s piratas. El Gobierno permitió que los vendedores ambulantes ocuparan las aceras y los comercios han tenido que cerrar sus puertas. Al parecer los comerciantes son demasiado burgueses para el socialismo del siglo XXI y hay que dejar paso a los buhoneros piratas (concepto más progresista). Un socialismo moderno que privatiza los bienes públicos (un espacio público como es un paseo es "expropiado" a los ciudadanos para convertirlo en un bien privado en manos de un comerciante ambulante que no paga licencias, ni impuestos...). Están decididos a eliminar las desigualdades entre ricos y pobres y lo están consiguiendo (a base eso si de empobrecer a todos).

Pero los comerciantes no son los únicos afectados. Los empresarios son vilipendiados. El informe anual del PNUD sobre la libertad económica en el mundo ubica a Venezuela como uno de los siete países que descendieron en la clasificación, en relación con el resultado obtenido en 2004, al ocupar la posición 124 entre los 127 países que conforman la muestra. Una posición privilegiada que comparte con la República del Congo, desde la cual observan por detrás de ellos a economías avanzadas como la de Zimbabwe y Birmania (las dos únicas que tienen por detrás). Otra paradoja: en la medida en que se dispara el ingreso fiscal por el alza del precio del petróleo, en la misma proporción se deteriora la calidad de vida del venezolano. A esta situación la llaman “revolución bolivariana”. Si Bolívar levantara la cabeza.

Voy a culminar este carta a mis amigos venezolanos con otra paradoja (esta es mía, no la apuntamos en el debe del país): la pobreza solo se combate creando riqueza. Si el dinero del petróleo se destina al populismo (subsidiar a los desempleados, o subsidiar a los "pobres" de Nueva York regalando combustible en Brooklyn, o ayudar a Castro...) en lugar de fomentar inversiones, Venezuela nunca saldrá de esta pésima situación. La desigualdad entre ricos y pobres no se soluciona empobreciendo a todos (eliminando a los ricos) sino haciendo desaparecer la pobreza a base de puestos de trabajo (que no es lo mismo que parados subsidiados por el populismo); y para generar puestos de trabajo es necesario crear miles de pequeñas y medianas empresas; y que el elemento tractor de ese tejido industrial son los empresarios. Aunque a muchos no les guste escucharlo, la pobreza solo se combate creando riqueza y para crear riqueza necesitamos empresarios, emprendedores e innovadores.

Última paradoja: de todas formas, aunque sea un desastre, me gusta mucho este país. Definitivamente, Venezuela es el país de las paradojas.

lunes, marzo 27, 2006

¿Innovas o trabajas? Un caso práctico


Hace unos días Robby nos planteó una cuestión en uno de sus comentarios del blog: ¿innovas o trabajas? Esta mañana, a las 9:00 horas, acudía a una emisora de radio de Caracas para una entrevista en un programa sobre nuevas tecnologías en la empresa. A las 8:45 se presentaba el locutor y me decía que había un pequeño problema: la persona que cerró el estudio que teníamos reservado no sabía donde había metido la llave; total, que no podían abrir la puerta y el resto de estudios estaban ocupados.
Comenzaron a llegar personas de diferentes departamentos, cada una con una idea para solucionar el problema. En cinco minutos había media docena de individuos en aquel "brainstorming" particular. Hasta que uno (el fuerte) tomó la iniciativa y comenzó a empujar la puerta en plan agente del FBI (al menos el amigo aprendió una lección: eso solo funciona en las películas). El movimiento de la puerta fue inversamente proporcional al tamaño del hematoma que esta noche aparecerá en el hombro del fortachón de turno.
Un segundo voluntario decidió recurrir al "hardware" y apareció con un martillo; comenzó a golpear la cerradura con un ritmo constante; ésta se rompió, pero la puerta seguía cerrada.
Fueron a buscar un cincel y a golpe limpio intentaron destruir lo que quedaba de cerradura; ni aún con esas. Entonces comenzaron a romper la puerta (a todo esto, el ruido era tal que impedía trabajar correctamente a las personas del resto de estudios). Aún así, no se abría. Arrancaron las jambas, machacaron la cerradura a cincelazos, hasta que 20 minutos después, la puerta se abrió (en realidad más que abrirse se "despedazó").
La puerta del estudio de la emisora quedó destrozada. Durante casi media hora media docena de "ingenieros" estuvieron sin trabajar (iba a decir sin pegar ni golpe...pero golpes dieron; doy fe de ello; y a la puerta pongo por testigo). La productividad de la empresa se vería afectada, tanto como la cuenta de resultados a la hora de descontar el precio de una puerta nueva (y no es cualquier puerta...es una puerta aislante, propia de un estudio de radio).
Conclusión, ¿Innovas o trabajas?...Creo que hay ciertas personas a las que es mejor poner a trabajar, porque cuando se ponen a innovar...Hubiera sido mejor que alguien les hubiera dicho que volvieran a sus puestos de trabajo mientras se llamaba a un cerrajero. Hay que seleccionar minuciosamente el recurso humano que ponemos a innovar porque no hay nada más peligroso que un tonto con iniciativa.

domingo, marzo 26, 2006

Conectividad, divino tesoro


Conectividad. Más que una palabra; una idea, un deseo que cada día se acerca más a ser una realidad. Hace unas horas hemos pasado sobre la vertical de las Azores y en estos momentos estamos sobrevolando la Isla de Santa María, en el Caribe suroriental. Dentro de poco pasaremos sobre Isla Margarita y aterrizaremos en Maiquetía (Caracas) tras un vuelo de más de diez horas desde Frankfurt.

Por culpa de un viento de cara de casi cien millas por hora el viaje ha sido más largo de lo previsto. Pero gracias a FlyNet, a Boeing y Lufthansa (ver http://www.connexionbyboeing.com/ ) ha sido un vuelo más corto de lo habitual. El tiempo se ha pasado volando (y no es un circunloquio) gracias a que Lufthansa me ha facilitado unas tarjetas gratuitas de conexión a Internet vía satélite. Este Airbus 340-300 de la compañía germana dispone de una red wi-fi, a la que se ha conectado mi compañero de singladuras por el mundo (mi querido portátil) que está conectada a Internet vía satélite mediante el sistema Conexión desarrollado por Boeing.

A cuatro mil pies de altura sobre el Atlántico norte he podido contestar emails, corregir los papers de mis alumnos del MBA online de ESEUNE, leer elcorreodigital, seguir los resultados de la liga de fútbol, escribir sobre CRM y TQM PQ y, como no, colgar este comentario en mi blog.

Conectividad. Algún día conseguiremos estar conectados desde cualquier lugar y en cualquier momento. Y la palabra conectividad dejara de ser relevante; y cuando lo que hoy es excepcional pasa a formar parte de lo cotidiano y se convierte en intrascendete la vida es más maravillosa. De momento ha conseguido que las distancias parezcan más cortas y uno pueda decir lo que desea, aunque sea breve, desde cuatro mil pies de altura. Ahora solo hace falta que alguien quiera leerlo.

jueves, marzo 16, 2006

La revolución G3 y el Ocio Digital

Hoy he querido reflexionar sobre dos ideas sobre las que llevo trabajando unos meses y que se están convirtiendo en una "apasionante" obsesión: la revolución G3 (no 3G) y el auge del DECC. La combinación de ambos elementos da como resultado un apasionantes sector de negocio con increíbles expectativas. Vayamos por partes.
Ayer ojeaba con nostalgia mi primer libro (“Marketing en Internet”) y me detenía en unas páginas escritas hace diez años en las que peguntaba ¿por qué las personas navegan por Internet? Daba tres razones como respuesta: búsqueda de información, compras y ocio. Pues bien; si durante los últimos diez años Internet ha sido una “plataforma de información” hoy vemos cómo cada vez más los usuarios orientan el uso de la Red como “plataforma de ocio”. Los contenidos en general y el ocio digital en particular deben ser analizados en el marco de un emergente “estilo de vida digital”, en el que pautas sociales como la ubicuidad y la movilidad permiten nuevas y revolucionarias posibilidades.

No me equivocaba en 1996 cuando decía que el ocio iba a ser uno de los principales argumentos de aquella incipiente Red. Pero había una variable que por aquel entonces no consideraba y hoy se me antoja de vital importancia. Entonces pensaba en Internet como un “espacio web”. Hoy hemos de considerar la convergencia entre nuevas aplicaciones y dispositivos tecnológicos por un lado y nuevas tecnologías inalámbricas por otro, que abre múltiples posibilidades para la distribución de contenidos dedicados al ocio.


Estamos asistiendo al nacimiento de un sector con enormes posibilidades de futuro: lo denomino DECC, Digital Entertainment Content Creation (utilizando el concepto DCC ya existente y añadiendo esa palabra de la que tanto hablo últimamente, entertainment). No es solo contar con profesionales de la creación o modificación de contenidos, animación, 3D, audio, video digital, gráficos… sino guionistas, diseñadores, arquitectos de entornos, etc. Contenidos para la web pero también para videoconsolas, PSP, reproductores MP3, teléfonos móviles, etc.

De la misma forma en la que los “veteranos” asociamos Apple con el Mac, las nuevas generaciones asocian Apple con iPod (fenómeno que va camino de superar – si no lo ha hecho ya - a la “Macmanía” de los 80). Su gestor de contenido que distribuye de forma gratuita (iTunes) y su web de descarga legal de música (iTunes MusicStore), superó en febrero de 2006 los mil millones de canciones descargadas. Según los datos del Digital Music Report, durante 2005 se descargaron 420 millones de canciones frente a los 156 millones del año anterior. Las estimaciones del mercado europeo para el año 2009 realizadas por Forrester Research, superan los 3.500 millones de euros, dato que Strategy Analytics eleva a más de 3.900 millones para el año 2010. Durante 2006 la penetración de Banda Ancha y la de reproductores portátiles, así como la irrupción en este sector de la telefonía móvil tendrán una repercusión especialmente positiva en la venta de música on line. Otro producto en auge es la descarga de contenidos desde el móvil (en forma de melodías, canciones, logos, juegos...) Se estima que en España existen ya más de 1,6 millones de usuarios a través del móvil que descargan un millón de juegos al mes. La progresiva implantación de terminales 3G en el mercado abre la puerta a una nueva Era de contenidos digitales móviles. Pero hay algo aún más importante que el 3G: la G3.

Si, ha leído bien. La G3. Así llamo a la Generación Tres. Me explico. La primera generación fue la formada por los padres de la microinformática (Andy Grove, Frederik Faggin y los chips de silicio, Steve Jobs y Roberts con el Apple, Bill Gates….) y los “anónimos” primeros usuarios. Yo formo parte de la Generación Dos: los que hemos llegado al mundo de las TIC de la mano de los PC´s, el wordperfect, el windows e Internet. Y la Generación Tres, la G3, es la formada por todas las personas para las cuáles Internet no es una "nueva tecnología", porque ya estaba en sus casas cuando nacieron (como la televisión, el teléfono o el horno microondas). Son los chavales que ahora tienen 14 y 15 años. Han nacido con Internet; estudian con Internet ; se comunican con SMS; descargan juegos en el móvil…(ver Adolescentes, sexo e Internet).¡¡¡Esa generación es la que va a dinamizar el consumo digital en los próximos 15 años!!! Al lado del G3 el fenómeno 3G es una nimiedad. Bienvenido al mundo de la Generación Tres; Bienvenido a la Era del Ocio Digital.

lunes, marzo 13, 2006

¿Ocupados o Preocupados?

El interesante comentario de Unai Urresti desde Silicon Valley me ha recordado otro interesante artículo aparecido en el Business Week hace ahora dos años: la eficiencia tiene un precio.

La economía americana no va mal. Pero, a pesar de los espectaculares incrementos de productividad en Estados Unidos no se está creando empleo. La deslocalización del trabajo (cuyo elemento dinamizador sin duda han sido las TIC e Internet) hace que las empresas norteamericanas “exporten” empleo a otros países, en especial a China e India. Un estudio de University of California at Berkeley indica que hasta un 11% de la población empleada en los Estados Unidos es “vulnerable” a esta deslocalización. Aunque la realidad demuestra que sólo 300.000 de los 2,7 millones de empleos perdidos durante los últimos tres años en el país se deben a la deslocalización (Forrester Research). Por lo tanto, ¿por qué no crece el empleo en esta economía tan boyante?. Una teoría al respecto la podemos encontrar en el artículo referido de Business Week (“The price of efficiency”, 22/03/04.). Se afirma que quizás la principal causa de la poca creación de empleo actual en Estados Unidos sea que la economía norteamericana se esté haciendo demasiado eficiente como para que requiera más empleados para hacer lo mismo o para hacer más. Es una economía más productiva con menos gente. Para demostrarlo, dan una cifra crítica: “un uno por ciento de incremento de la productividad anual en el conjunto de la economía representa la pérdida de 1,3 millones de empleos”.Mientras que el capital humano no ha parado de crecer en costes, el capital tecnológico hace cada vez más por menos.

¿Hacia donde vamos? El artículo de Unai Urresti no ha llegado a quitarme el sueño este fin de semana; pero casi (he pensado muchas horas en él). En Estados Unidos a pesar de que la productividad ha subido a niveles record el trabajador medio gana menos ahora que hace cinco años ajustada la inflación. Y como dice Unai, es la primera en la historia que esto sucede. Y lo peor es que este fenómeno no tiene pinta de cambiar. Las clases medias lo van a pasar canutas.

Me alegra comprobar que Unai reafirma una de mis teorías: mucha gente ignora el problema que se nos viene encima diciendo que nada va a cambiar; que los chinos y los indios harán el trabajo de poco valor añadido mientras que las clases medias occidentales (los trabajadores del conocimiento) nos encargaríamos de los que produce valor: el diseño, el marketing… Que la educación y el conocimiento es nuestro futuro. Pero los chinos no son tontos; saben que si a su mano de obra barata le suman elementos que generan valor, el resultado puede ser mortal para occidente; un ejemplo: la compra de IBM; suman su capacidad para fabricar barato con el posicionamiento de la marca en todo el mundo. Otro ejemplo: lo que comenta Unai sobre las zapatillas de deporte chinas y su lanzamiento mundial coincidiendo con esa campaña espectacular de imagen que serán las Olimpiadas (si lo peor que hemos hecho los occidentales es concederles los Juegos Olímpicos de 2008, ¡les hemos puesto a huevo el mejor escaparate para potenciar su imagen de marca y sus productos! –como sucedió con Corea tras los JJOO de Seúl…¿o ya no nos acordamos del efecto Barcelona 92?)

Olimpiadas del 2008; compra de marcas occidentales bien posicionadas (IBM , Siemens Mobile…) o de canales de distribución; formación (150.000 estudiantes chinos en las Universidades norteamericanas)…. Una amenaza, fundamentalmente para las clases medias occidentales, columna vertebral de nuestras economías.

Otra reflexión: muchos aún no se han enterado. Mis conferencias están llenas de personas que me llaman exagerado. Dicen que las cosas no van tan mal como algunos queremos pintarlas. Que el fenómeno les ocupa pero no les preocupa. ¿Por qué piensan sí?

En su mayoría son ejecutivos de empresas de nuestro entorno; el núcleo de esa clase media. Opinan que las personas que hablamos de estas nuevas amenazas somos unos exagerados. Total, las cosas les van muy bien (a ellos). Acaba la conferencia y conectan su teléfono móvil NOKIA de última generación (comprado por la empresa gracias al programa “de puntos”); salen a la calle y arrancan su flamante BMW (de “renting”) para desplazarse a su casa (o más bien a la casa en la que viven…porque de momento es más del banco que suya…hasta dentro de 25 años, cuando venza el último plazo del hipotecario) , decidir con su pareja cual será definitivamente el hotel de cinco estrellas donde pasarán sus vacaciones de semana santa (pagadas con la tarjeta Halcón en seis meses) y ver un poco la tele (TFT de 32” comprada a plazos en el Mediamark)

¡Las clases medias viven en Disneylandia! Las cosas no van bien; el poder adquisitivo no crece; parece que crece porque vivimos rodeados de más bienes materiales que nunca…¡pero es a costa de vivir endeudados! En los tiempos de Roma era pan y circo; ¡hoy es fútbol, reality shows y microcréditos!

¿El futuro? En occidente la desigualdad entre ricos y pobres seguirá creciendo. Las personas que han sido mano de obra poco cualificada perderán poco a poco sus puestos de trabajo; muchas empresas ganarán más dinero que nunca al reducir sus costes gracias a la deslocalización; los accionistas que sepan identificar estas empresas ganarán mucho dinero; otras muchas empresas (que no tienen producto propio, ni patentes, ni know.how, que se han limitado a ser “subcoctratadas” –y aquí tenemos miles-) cerrarán sus puertas y muchos de esos ejecutivos se quedarán sin BMW y tendrán que vender su casa porque no pueden hacer frente a las cuotas de un hipotecario cuyos tipos de interés suben y suben…

Tendremos empresas que ganarán más dinero que nunca y más paro que durante la crisis del petróleo. Productividad, buenos dividendos para los accionistas y desempleo brutal. ¿Quién aguanta esto? (Unai recordaba a Marx: el capitalismo se colapsará cuando los trabajadores dejen de tener el poder adquisitivo para poder comprar los productos que ellos mismo fabrican). Los gobiernos reaccionarán con medidas proteccionistas (¿viejas medidas para nuevos problemas?; el caso es que no conocen otras…) que estimularán la xenofobia (si el proteccionismo se entiende como protegernos de lo que viene de fuera…¿cómo separar productos, servicios y personas).

Añadamos al cocktail otro ingrediente: el problema de los recursos energéticos. Los trabajadores chinos evolucionan; ya no se conforman con un plato de arroz; hoy son 100 dólares mensuales; mañana serán 200; y pronto exigirán su propio vehículo (como la España de los 60 y el 600 para los trabajadores o el Volkswagen de Hitler para el pueblo)…Conclusión: barril de petróleo a 100 dólares antes de lo que muchos piensan.

Yo no creo en los mensajes apocalípticos; ni en el Niall Ferguson y sus teorías para una tercera Guerra Mundial ni en los argumentos bolcheviques (destruir la sociedad para crear una nueva desde las cenizas). No tenemos que destruir; no tenemos que exigir una revolución; ¿la receta?; ¡Quién la conoce!; Yo solo pongo un ingrediente (recordando el nombre y el espíritu de este blog): seamos evolucionarios.

No es cuestión de destruir y construir; no es cuestión de permanecer a la espera; hemos de reaccionar, movemos, avanzar, explorar, innovar, inventar, imaginar, soñar….evolucionar para conseguir un siglo XXI inolvidable. Es el Siglo que nos ha tocado vivir; no tendremos otra oportunidad y yo no pienso desaprovecharla.

Desde Silicon Valley


Desde San Jose, centro neurálgico de Silicon Valley, Unai Urresti (un antiguo alumno del Global MBA de ESEUNE que hace ocho años, tras el periodo lectivo en Berkeley, decidió quedarse a trabajar en California), nos envía un interesantísimo artículo sobre los efectos de Internet y la Globalización: Las amenazas de Internet.

No es un secreto el hecho que Internet está facilitando la globalización y el arbitraje global de salarios. En Estados Unidos a pesar de que la productividad ha subido a niveles record el trabajador medio gana menos ahora que hace cinco años ajustada la inflación. Es la primera vez sucede esto en la historia.

Cada vez más economistas y políticos empiezan a “culpar” a Internet de este fenómeno: El movimiento de capitales, la cadena de suministros global y el “outsourcing” se han vuelto muy fáciles con Internet y la clase media empieza a sentir los efectos.

El tema es más serio de lo que parece. Al principio los políticos hablaban de la educación como antídoto. Los chinos y los indios harían los trabajos de poco valor añadido y los occidentales serían “los trabajadores del conocimiento”. La realidad es más complicada y aquí van unos ejemplos de muestra:

Una compañera de trabajo de Corea volvió a su tierra pero dice que va a volver a Estados Unidos en cuanto su hijo cumpla los tres años porque el sistema educativo allí es demasiado BRUTAL y no quiere que su hijo se traumatice de tanto estudiar. Me parece razonable su decisión porque al fin y al cabo un niño tiene que jugar también, pero ¿podemos competir contra las élites de SAMSUNG acostumbrados a ese ritmo de trabajo y estudio?

El Director ejecutivo de CISCO Tom Chambers dice que prefiere a dos ingenieros brillantes que a treinta mediocres (a los treinta mediocres los puede subcontratar en la India que trabajan enchufados a una conexión T1 de Internet). Cada vez más, las empresas punteras con fuertes gastos de I+D están llevando el Desarrollo (donde se necesitan más trabajadores) fuera de su país y mantienen la Investigación en la empresa donde solamente necesitan a los más brillantes y no a los treinta mediocres.

La empresa de componentes de automoción DANA acaba de hacer suspensión de pagos cuando no hace mucho salía todavía en los libros de Excelencia de Tom Peters. Cuando le preguntaron a un empresario de la automoción chino si podían competir con los fabricantes de componente de automoción estadounidenses contestó diciendo que teniendo en cuenta que ellos trabajaban 16 horas al día los siete días de la semana no veía por qué no.

Los americanos creían que eran unos genios porque habían descubierto que el verdadero valor estaba en controlar el marketing y el diseño y en subcontratar lo que no daba valor añadido como la fabricación. Ahora se empiezan a dar cuenta que los chinos ya saben el precio que tienen las zapatillas Nike en los escaparates de Manhattan y a lo mejor un día de estos contratan a los dos mejores diseñadores de zapatillas del mundo (puede que uno francés y el otro italiano), a Yao Ming y Messi, una agencia de publicidad y marketing puntera en Madison Avenue y lanzan una campaña descomunal aprovechando las Olimpiadas de Pekín y se llevan el negocio.

Clyde Prestovitz exconsejero de la secretaria de comercio de Estados Unidos acaba de escribir un libro que comienza diciendo como su hijo programador ha decidido crear una empresa de máquinas quita nieves porque eso es algo con el que los programadores Indios no van a poder competir.

Pongo todos estos ejemplos porque las recetas simples como más educación ya no sirven por si mismas. Estamos de acuerdo que la educación es clave y vital. La riqueza hoy en día se concentra en gran medida en la capacidad de crear conocimiento. IBM crea más patentes que 138 países del mundo juntos y eso puede ayudar a explicar porque el nivel de vida en Estados Unidos es mayor que el de Mozambique pero es cierto también que mientras IBM despedía a 40.000 trabajadores en Estados Unidos ha contratado a 35.000 en la India. Ni siquiera hay que despedir a los trabajadores para mantenerlos a raya. Solamente hay que matar a un mono para asustar a 100. Basta con amenazarlos con que se va a subcontratar el trabajo a Rumania. La conclusión es que es que los grandes directivos y grandes cerebros de muchas empresas como IBM, están ganando más que nunca, muchos trabajadores del tercer mundo se ven también beneficiados tremendamente gracias a Internet pero la clase media columna vertebral de los países occidentales ve que se queda atrás. El índice GINI de desigualdad entre ricos y pobres en los Estados Unidos sigue creciendo.

En Estados Unidos esta clase media sigue manteniendo su poder de compra gracias al alto nivel de endeudamiento (por primera vez desde la gran depresión el consumidor estadounidense tiene una tasa de ahorro negativa). Los sectores que están facilitando este endeudamiento basado en activos como banca o construcción también están ganando más que nunca. Cada vez más, la esperanza del trabajador medio americano no es tanto trabajar duro sino esperar a que su casa se revalorice para así refinanciar la hipoteca y así seguir con su ritmo de vida.

Muchos economistas y muchos trabajadores se empiezan a dar cuenta que este modelo no es sostenible. Alguno hasta comenta que sería una ironía cruel que ahora que creíamos definitivamente enterrado a Marx, resucitará de nuevo con su predicción de que el capitalismo se iba a colapsar cuando los trabajadores dejarán de tener el poder adquisitivo de comprar los productos que ellos mismo fabrican. Lo que da miedo es que si no se enfrentan los problemas que pueden generar Internet, las TIC y la globalización puede darse un movimiento de proteccionismo, antitecnología y hasta racismo en la clase media de los países desarrollados. Me parece que estos problemas no afectan solamente a Estados Unidos. Creo que afectan a todas las sociedades desarrolladas y más aún si cabe a las sociedades carentes de la capacidad para generar patentes y propiedad intelectual de Estados Unidos.

El historiador Niall Ferguson levanto una polvareda en círculos intelectuales con un artículo en el Foreign Affairs en el que comparaba la situación mundial actual con la de finales del siglo XIX que desencadeno en la primera guerra mundial y derivo a su vez en una segunda y un proteccionismo que duro unos cuantos años más.

A finales del siglo XIX se habían producido unos avances tecnológicos importantísimos, más aún que la Internet de nuestros tiempos. El telégrafo y las compañías navieras transoceánicas hacían que el comercio floreciera, los bienes y trabajadores se movían con gran velocidad en plena revolución industrial y sin embargo bajo esa aparente prosperidad se estaba gestando la primera guerra mundial.

Un movimiento bolchevique que quería destruir la sociedad para crear una nueva desde las cenizas (léase Al Qaeda), países desestabilizadores como Serbia que acabo matando al Archiduque de Austria (léase Israel, Irán, etc…), un país emergente como Alemania que no entendía porque tenía que estar supeditado y una Inglaterra empeñada en mantener su hegemonía a toda costa (léase China versus Estados Unidos) y unas alianzas inestables (léase OTAN, Union Europea) condujeron a dos guerras mundiales, proteccionismo económico y una ralentización de la innovación que duro 50 años.

Es conveniente que no nos durmamos en los laureles bajo esta aparente calma y baja volatilidad. Yo no tengo las solución sino ya sería premio Nóbel. A nivel individual sé que la clave está en la continua adaptación y aprendizaje. Tarea a tarea, trabajo a trabajo.

A nivel de país y siguiendo las tesis de Kenichi Ohmae, creo que la clave está en volcarse hacia fuera sin perder la identidad propia y enfocarse en el conocimiento o la propiedad intelectual como es el caso de los países nórdicos, Singapur o Silicon Valley. Eso o sino convertirse en nodo central de cierto sector como ha hecho Irlanda con los centros de contacto de servicio al cliente construyendo alrededor una industría de software; Nueva York o Londres con las finanzas o Dubai con los transportes, turismo y negocios del medio oriente.

Pero creo también que al final hay que buscar soluciones sistémicas para la gente que sin tener MBA y doctorados tiene unas ganas saludables de trabajar y ve que se está quedando atrás en la carrera.

Sospecho que los tiros van por reducir la desigualdad y buscar soluciones globales en vez de individuales donde haya menos guerras preventivas y más ganas integradoras entre otras muchas cosas pero solucionar eso le corresponde al futuro premio Nóbel o a los lectores de este blog. (Unai Urresti, San Jose, California)

viernes, marzo 10, 2006

El fin de la era del Marketing


El fin de la era del Marketing ¿Y ahora qué? Es el título que se me ocurrió hace unos días para un seminario que desarrollaré en ESEUNE (22 de marzo) en Caracas, Valencia y Maracaibo, Venezuela (28, 29, 30 de marzo), en Zaragoza (26 de abril), Huesca (27 de abril), Coruña (12 de mayo)….

El caso es que el interés por los seminarios está siendo mayor del esperado; muchas de las personas que reciben la información y navegan por el microsite del seminario (www.eseune.edu/seminario) me escriben preguntándome eso precisamente: ¿Y ahora qué? ¿Es verdad que el marketing ha llegado al fin de sus días? Un adelanto de los que discutiremos en esos seminarios.

Si nos damos cuenta hemos cambiado de Siglo y de Milenio; hablamos de viajes privados al espacio exterior, de clonación de seres vivos, de prolongación de la vida humana gracias a la ingeniería genética….. Mientras el mundo cambia a marchas forzadas, ¿qué sucede con el Marketing? Desafortunadamente muchos continúan anclados en un Marketing jurásico basado en principios heredados de principios del siglo pasado. Un Marketing transaccional gobernado por conceptos como ventas, cuotas de mercado, competencia, precio, promoción, campañas de publicidad, puntos de venta, vendedores…. La idea del Marketing como un proceso basado en la investigación del mercado para lanzar un producto y captar el máximo número de clientes que deseen comprarlo está pasando a la historia. Es el fin de la era del marketing. ¿Por qué?

En un escenario como el actual, dinámico, altamente competitivo, tecnológico, global y con mercados hipersaturados en los cuáles captar nuevos clientes es cada vez más costoso, el Marketing transaccional es poco eficaz. Los mercados no crecen (la competencia si) y los clientes son cada vez menos rentables (suben los costes y bajan los precios). ¿Cómo sobrevivir?: captando y reteniendo selectivamente; Inventando mercados.

El nuevo paradigma del Marketing exige identificar a los clientes más rentables y darles el nivel de servicio que, como tales, se merecen, diferenciándolo del resto. Conocerlos en profundidad almacenando toda la información que se deriva de las múltiples relaciones que tengamos con ellos. Establecer relaciones sólidas con ellos; utilizar la información que tenemos sobre sus preferencias y necesidades para ofrecerles mayor valor. Adaptar nuestros productos y servicios a esas necesidades en lugar de identificar clientes que se adapten a nuestros productos y que, lo más probable, no generen el mismo valor. Fidelizarlos ofreciéndoles ventajas diferenciales con el objetivo de obtener el mayor beneficio posible de esa relación creando una relación de valor a largo plazo.

Si la captación y retención selectivas nos ayudan a resolver el primer problema (los clientes son cada vez menos rentables) la innovación lateral nos permitirá inventar mercados (no productos); identificando necesidades que nadie satisface; utilizando la tecnología para satisfacerlas; identificando clientes sobreservidos (overshot) y clientes subservidos (undershot).

Dejamos atrás la era del marketing mix, del producto, del precio, de los canales, de las publicidad, de la fuerza de ventas, de las promociones…y hablemos de CRM, CEM, Marketing Emocional, Marketing Lateral, Marketing Viral, Buzz Marketing, Blogs,
Permission Marketing, Marketing inbound en tiempo real….

jueves, marzo 09, 2006

¿Sacrificados ejecutivos o calientasillas?


Ayer, en una clase con mis alumnos del Global MBA de ESEUNE en la que hablábamos de la TIC y productividad en Europa comparada con la de Estados Unidos, una alumna comentaba que no entendía por qué los españoles somos tan poco productivos aun metiendo tantas horas extra “sumergidas”.

Es cierto. En muchas empresas la gente se queda más allá de su horario de trabajo (hasta que se marcha el jefe). ¿Produciendo o calentando la silla?

Esas horas extra que permanecemos en nuestro puesto de trabajo no tienen repercusión en la “cuenta de resultados” de nuestro país, ya que nuestro producto interior bruto per-capita (PIB entre personas que trabajan) es inferior a la mitad del de Estados Unidos y está en la cola de la Europa de los 15 (ahora que me doy cuenta…siempre hablo de dos Europas: unas veces la UE y otra la Europa de los 15)

En España, el que se queda delante de su ordenador más allá de su horario de trabajo es un ejemplo a seguir: un trabajador que mira por su empresa. En otros países, el que se queda más tiempo, es un inútil ineficiente que no es capaz de hacer lo que tiene que hacer en el tiempo normal.

Vivimos en el Era Digital; las empresas utilizan más TIC que nunca: correo electrónico, ERP, CRM, teléfonos móviles…Tecnología que debiera haber mejorado nuestra productividad. Pero las 14 horas diarias que algunos meten en su puesto de trabajo no se traducen en mejora de la productividad del país.

¿Es un problema de gestión de tiempos? ¿Es un problema de procesos? ¿Es que a la gente le gusta calentar la silla? ¿Es que los españoles que trabajamos con un ordenador dedicamos la jornada a chatear, escribir emails a los amigos, leer noticias, hacer compras….? Espero tus ideas y comentarios. Contribuirán a identificar el agujero que nos lleva al pozo de la ineficiencia.

viernes, marzo 03, 2006

El auge del Podcasting



Los que tenemos un blog nos estamos comenzando a quedar fuera de moda. Ahora ”lo más in” en Internet es el podcasting, que viene a ser algo así como un “blog hablado”.

La idea me parece interesante porque no a todos nos gusta leer; ni a todos nos gusta escribir. Aquel que tenga una idea para compartir, y no le guste sentarse delante de una pantalla y un teclado para expresarse, graba su mensaje y lo sube a la Red; aquel al que no le guste leer, se descarga esos mensajes y los escucha con su iPod desde el metro, en el coche, mientras trabaja, cuando suda en el gimnasio… No demanda atención exclusiva, como sucede con esta noticia en este blog. Y, como no podría se de otra manera, está haciendo furor entre los adolescentes, cada día más aficionados al mundo del MP3.

Dos mamás americanas (dos y cinco hijos respectivamente), Gretchen Vogelzang y Paige Heninger, se han dado cuenta del potencial de esta herramienta y han creado un sitio web en el que ofrecen consejos familiares. Más de 300.000 personas siguen sus consejos ¡Y han encontrado un patrocinador que les ha facilitado 100.000 dólares! (una muestra más del resurgir de los negocios y aventuras puntocom….de la que hablaremos más adelante). Se trata de la empresa Dixie, fabricante de vajillas y cuberterías desechables. El sitio de las mamás: http://mommycast.podshow.com

Pensemos en clave de futuro: los reproductores MP3 evolucionan, más memoria, pantallas a color, video (integración con telefonía)…¡Un mercado espectacular para la publicidad! Nuevas agencias, nuevos creativos, nuevos mensajes, nuevos anunciantes. Más adelante también (hablaré del potencial de crecimiento para lo que llamamos la Industria de la Creatividad y nuevos modelos de negocio que están aún por desarrollar (creo que tengo muchos asuntos pendientes que contar y poco tiempo para redactar…¿a lo mejor necesito pasarme al podcasting?)