Hace unos días Robby nos planteó una cuestión en uno de sus comentarios del blog: ¿innovas o trabajas? Esta mañana, a las 9:00 horas, acudía a una emisora de radio de Caracas para una entrevista en un programa sobre nuevas tecnologías en la empresa. A las 8:45 se presentaba el locutor y me decía que había un pequeño problema: la persona que cerró el estudio que teníamos reservado no sabía donde había metido la llave; total, que no podían abrir la puerta y el resto de estudios estaban ocupados.
Comenzaron a llegar personas de diferentes departamentos, cada una con una idea para solucionar el problema. En cinco minutos había media docena de individuos en aquel "brainstorming" particular. Hasta que uno (el fuerte) tomó la iniciativa y comenzó a empujar la puerta en plan agente del FBI (al menos el amigo aprendió una lección: eso solo funciona en las películas). El movimiento de la puerta fue inversamente proporcional al tamaño del hematoma que esta noche aparecerá en el hombro del fortachón de turno.
Un segundo voluntario decidió recurrir al "hardware" y apareció con un martillo; comenzó a golpear la cerradura con un ritmo constante; ésta se rompió, pero la puerta seguía cerrada.
Fueron a buscar un cincel y a golpe limpio intentaron destruir lo que quedaba de cerradura; ni aún con esas. Entonces comenzaron a romper la puerta (a todo esto, el ruido era tal que impedía trabajar correctamente a las personas del resto de estudios). Aún así, no se abría. Arrancaron las jambas, machacaron la cerradura a cincelazos, hasta que 20 minutos después, la puerta se abrió (en realidad más que abrirse se "despedazó").
La puerta del estudio de la emisora quedó destrozada. Durante casi media hora media docena de "ingenieros" estuvieron sin trabajar (iba a decir sin pegar ni golpe...pero golpes dieron; doy fe de ello; y a la puerta pongo por testigo). La productividad de la empresa se vería afectada, tanto como la cuenta de resultados a la hora de descontar el precio de una puerta nueva (y no es cualquier puerta...es una puerta aislante, propia de un estudio de radio).
Conclusión, ¿Innovas o trabajas?...Creo que hay ciertas personas a las que es mejor poner a trabajar, porque cuando se ponen a innovar...Hubiera sido mejor que alguien les hubiera dicho que volvieran a sus puestos de trabajo mientras se llamaba a un cerrajero. Hay que seleccionar minuciosamente el recurso humano que ponemos a innovar porque no hay nada más peligroso que un tonto con iniciativa.
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