jueves, septiembre 26, 2013

A veces es necesario tener la pistola apuntándote. O te pones de rodillas o miras de frente al cañón que te apunta y resistes.


"Lo más emocionante para mí es ver cómo este equipo se ha convertido en un bloque compacto, unido por un objetivo. A veces es necesario tener la pistola apuntándote en la sien para lograr más unión. En esta situación o te pones de rodillas o miras de frente al cañón que te apunta y resistes. Creo que cada día hemos dado un paso más adelante".


James Spithill, patrón del Oracle. En 2010 se convirtió con 30 años en el patrón más joven en ganar la Copa América. Con un 8-1 en contra y con sus rivales a solo una victoria de llevarse la Copa de este año, apostó por el equipo, la unión, la motivación y la confianza para dar una vuelta a la historia y conquistar su segunda Copa América con solo 33 años. Grande.







¿La clave del éxito?

Al comenzar la Copa América el barco norteamericano se mostraba lento, inestable y torpe en las viradas, frente a un muy eficaz New Zealand, lo que permitió a este último ponerse a una sola victoria de triunfo final. 

Todo estaba prácticamente perdido. El último triunfo casi lo alcanzan los neocelandeses en una prueba en la que apenas soplaba el viento en la Bahía de San Francisco. Estaban arrasando...la embarcación estadounidense a más de una milla...se dirigían al muelle a recoger la Copa América....les quedaba un par de cientos de metros para cruzar la linea de meta...pero el tiempo establecido llegó a su límite y la regata fue anulada. Los neocelandeses tendrían que esperar una regata más.

Entonces el Oracle apostó por la perseverancia, la unión, el equipo y el talento. El trabajo conjunto entre la tripulación y el equipo técnico de Oracle permitió cambiar el rendimiento del enorme catamarán de 22 metros de eslora por 14 de manga, 340 metros cuadrados de vela en ceñida y menos de 6 toneladas de peso.

Desde ese momento las cosas cambiaron. Aunque no ha trascendido, porque todas las cuestiones técnicas son absoluto secreto, los norteamericanos habrían cambiado sus orzas (disponen de varios juegos) y ajustado el ángulo de ataque de los timones para lograr mejor sustentación sobre el agua, además parece claro que dieron mayor caída al mástil-ala, cambiando la configuración del plano de velas. 

Los ingenieros hicieron su trabajo. Y la tripulación el suyo. Evolucionaron las maniobras y entre todos consiguieron  que el Oracle de la segunda mitad de la Copa fuera muy diferente al de la primera. ¡Volaba en las ceñidas!

Los neozelandeses no daban crédito a lo que veía: 8-2, 8-3, 8-4, 8-5.... El Oracle no parecía el mismo de hace solo unos días. Y no gestionaron bien el "miedo": el New Zealand comenzó a cometer errores tácticos impropios de la calidad de su patrón. "Cuántas cosas pierdes...por miedo a perder".

En el sindicato americano ya no había miedo a perder. Con el 8-1, viendo a la embarcación neozelandesa a más de una milla rumbo a la meta...ya vieron la Copa perdida. Entonces dejaron a un lado el miedo, la vergüenza por perder la Copa en casa, la presión de los medios...y decidieron arriesgar.  Cambiaron la configuración de la embarcación y decidieron ir a muerte en cada pulgada..." porque cuando sumas esas pulgadas....una tras otra....eso es lo que marca la punta diferencia entre ganar y perder; entre vivir o morir.... O nos juramos ahora como equipo....o moriremos como personas"