He estado ojeando la Lista de las 100 Mejores Compañías para Trabajar en 2007 publicada por Fortune. Identifico en los primeros puestos empresas como la consultora Boston Consulting Group, la empresa de TIC Cisco Systems, Starbucks Coffee (con 110.000 empleados la más grande de las Top), etc. Otras “famosas” compañías se “pierden” poco a poco en puestos secundarios dentro de la lista: Yahoo (44), Microsoft (50), Procter & Gamble (68, Nike (69), Ikea (96). Pero son muchas más las “famosas” que ni tan siquiera aparecen en el privilegiado listado de Fortune (desde el punto de vista de sus empleados, claro).
En el Top 1, Google. La mejor empresa para trabajar según el instituto Great Place to Work de San Francisco que elabora su particular ranking en base a una encuesta de 57 preguntas realizada a 400 empleados de cada empresa, elegidos al azar (dos tercios de la clasificación se deciden mediante esta encuesta) y el tercio restante en las estimaciones de Fortune sobre beneficios y prestaciones que las compañía ofrecen a sus empleados, su cultura corporativa, etc.
Son muchas las lecciones que podemos aprender de Google, en todos los niveles: estrategia, marketing, tecnología, innovación. A todos ellos podemos añadir su particular punto de vista sobre las relaciones con las personas que trabajan en la compañía. Sus oficinas se parecen más a la residencia de un campus universitario que a una empresa. Recientemente un artículo en The New York Times nos contaba como era el ambiente en el nuevo edificio de Google en Nueva York: billares, comida gratis en cafeterías de diseño (realizadas por arquitectos y diseñadores de prestigio), redes sociales entre empleados. Y como colofón, la fiesta semanal “Gracias a Dios que casi es viernes” (que se celebra todos los jueves, claro). Las oficinas centrales de Google en Mountain View (en el norte de California) tampoco se quedan cortas. Hay once restaurantes (entre ellos el Café Pintxo inspirado en los bares de mi tierra) donde la comida es gratis (uno de los lemas de Larry Page es que ningún trabajador debería estar a más de 50 metros de una fuente de comida). En la oficina hay cinco médicos, las medicinas son gratis (los costes médicos en Estados Unidos son significativos) y los empleados no tienen límite de días de baja por enfermedad. El único “pero” podemos ponerlo en los masajes que los empleados pueden recibir en el horario de trabajo: cuestan 30 dólares.
Cuando un noogler (nuevo empleado en el idioma propio de la compañía) llega a la empresa recomendado por otro, éste recibe 2.000 dólares por la recomendación. Existen otras “pagas extra” de este pelo: a los empleados que se compran un coche ecológico les recompensan con 5.000 pavos.
La vida en Googleplex (como se denomina en su “idioma” al complejo de trabajo) es tan bonita que los empleados de Google son los más satisfechos de Estados Unidos con su empresa. No en vano, muchos de ellos pasan dentro de la empresa más de 12 horas diarias. ¡Normal! Más de uno se encontrará más a gusto tomando unos pintxos y jugando al billar con los compañeros de trabajo en la cafetería de la planta 17, o recibiendo un masaje, que en su propia casa.
Hace poco impartí una conferencia sobre innovación en una importante organización española (la mantengo en el anonimato por si acaso). A las 14:50 horas, cuando salgo y comienzo a bajar las escaleras, veo una cola de personas que me recordaba a mis hijos cuando salen del colegio. “¿Habrá alguna emergencia”, me pregunté. Para salir de duas pregunté “¿qué hace toda esta gente en fila esperando en la escalera?”; mi interlocutor me respondió con toda naturalidad: “esperando para fichar. Salimos a las 15:00 horas”. Diez minutos antes de las tres de la tarde media empresa está esperando en la escalera para fichar cuanto antes y salir de la empresa a toda pastilla. En las antípodas de Google. Que las personas se encuentren más a gusto en la empresa que en sus casas. Esa es la clave.
En el Top 1, Google. La mejor empresa para trabajar según el instituto Great Place to Work de San Francisco que elabora su particular ranking en base a una encuesta de 57 preguntas realizada a 400 empleados de cada empresa, elegidos al azar (dos tercios de la clasificación se deciden mediante esta encuesta) y el tercio restante en las estimaciones de Fortune sobre beneficios y prestaciones que las compañía ofrecen a sus empleados, su cultura corporativa, etc.
Son muchas las lecciones que podemos aprender de Google, en todos los niveles: estrategia, marketing, tecnología, innovación. A todos ellos podemos añadir su particular punto de vista sobre las relaciones con las personas que trabajan en la compañía. Sus oficinas se parecen más a la residencia de un campus universitario que a una empresa. Recientemente un artículo en The New York Times nos contaba como era el ambiente en el nuevo edificio de Google en Nueva York: billares, comida gratis en cafeterías de diseño (realizadas por arquitectos y diseñadores de prestigio), redes sociales entre empleados. Y como colofón, la fiesta semanal “Gracias a Dios que casi es viernes” (que se celebra todos los jueves, claro). Las oficinas centrales de Google en Mountain View (en el norte de California) tampoco se quedan cortas. Hay once restaurantes (entre ellos el Café Pintxo inspirado en los bares de mi tierra) donde la comida es gratis (uno de los lemas de Larry Page es que ningún trabajador debería estar a más de 50 metros de una fuente de comida). En la oficina hay cinco médicos, las medicinas son gratis (los costes médicos en Estados Unidos son significativos) y los empleados no tienen límite de días de baja por enfermedad. El único “pero” podemos ponerlo en los masajes que los empleados pueden recibir en el horario de trabajo: cuestan 30 dólares.
Cuando un noogler (nuevo empleado en el idioma propio de la compañía) llega a la empresa recomendado por otro, éste recibe 2.000 dólares por la recomendación. Existen otras “pagas extra” de este pelo: a los empleados que se compran un coche ecológico les recompensan con 5.000 pavos.
La vida en Googleplex (como se denomina en su “idioma” al complejo de trabajo) es tan bonita que los empleados de Google son los más satisfechos de Estados Unidos con su empresa. No en vano, muchos de ellos pasan dentro de la empresa más de 12 horas diarias. ¡Normal! Más de uno se encontrará más a gusto tomando unos pintxos y jugando al billar con los compañeros de trabajo en la cafetería de la planta 17, o recibiendo un masaje, que en su propia casa.
Hace poco impartí una conferencia sobre innovación en una importante organización española (la mantengo en el anonimato por si acaso). A las 14:50 horas, cuando salgo y comienzo a bajar las escaleras, veo una cola de personas que me recordaba a mis hijos cuando salen del colegio. “¿Habrá alguna emergencia”, me pregunté. Para salir de duas pregunté “¿qué hace toda esta gente en fila esperando en la escalera?”; mi interlocutor me respondió con toda naturalidad: “esperando para fichar. Salimos a las 15:00 horas”. Diez minutos antes de las tres de la tarde media empresa está esperando en la escalera para fichar cuanto antes y salir de la empresa a toda pastilla. En las antípodas de Google. Que las personas se encuentren más a gusto en la empresa que en sus casas. Esa es la clave.
3 comentarios:
¿Aparece en el artículo que escribe la receta única para desarrollar un excelente lugar para trabajar? En mi opinión cada empresa debe encontrar su propio camino para crear una fuerte cultura corporativa y un excelente lugar para trabajar. Se puede obtener mucha inspiración y también adaptar las mejores prácticas, pero las prácticas más duraderas y las que distinguen a la empresa de otras empresas son las prácticas desarrolladas por la propia compañía en base a su propia cultura corporativa.También hecho de menos algún comentario o anécdota acerca de las tres mejores empresas para trabajar en España: Danone, Lilly y Roche .
¿Para cuándo un artículo en el que por fin descubramos en qué somos mejores que los americanos en todo lo concerniente al Marketing? ¿Somos mejores que ellos en algo?
Ahí planteo la pregunta....
¿Somos mejores que los americanos en algo, cuando de Marketing hablamos? Lo siento. Pero se me ocurren pocos puntos en los cuáles les superemos. Sus productos innudan nuestros mercados y los nuestros apenas se conoces. En cuanto a distribución se refiere, no tenemos casi nada que aportar. Sobre tecnología aplizada al marketing (CRM, Internet...) mejor no hablar; solo me viene a la cabeza un punto (aunque es importante): la creatividad. Somos más creativos que los americanos y eso se plasma en la publicidad (los españoles tenemos un montón de leones de Cannes). Debiéramos de aprovehcarla mejor. De todas formas, le daré una vuelta a la pregunta y si se me ocurre algo...lo cuento. Pero no lances la piedra y escondas la mano...¿tu que opinas?
Tienes toda la razón del mundo en lo de lanzar la piedra y esconder la mano. Es algo que hago habitualmente y qué me encanta, lo reconozco. Es una manera de incitar a la otra persona a que exprese su opinión. Bueno, al grano. Totalmente de acuerdo contigo en que los americanos son mejores que nosotros en lo que a Marketing se refiere. Por algo son los número uno. En otras cosas ya cambiaría la balanza. A parte de ser más creativos creo que los europeos tenemos más clase. Me explico. ¿Es lo mismo ver un anuncio en televisión de coches americanos que europeos? Pues creo que no. Los americanos se fijan en demasía en la fiabilidad, prestaciones, motor, carrocería ... mientras que los europeos ahí estamos un poco por delante, al fijarnos más en el status social, la elegancia, clase. Otra cuestión: ¿Transmite la misma imagen Tommy Hilfiger que Channel? Las dos son marcas de lujo, pero todo lo que se asocia con europa parece más exclusivo. más antiguo, con más tradicíón. Eso es lo que debemos potenciar. La marca Europa: exclusividad e historia milenaria. En definitiva, que cuando un americano vea un producto europeo en una tienda de EEUU, piense: "si es europeo la historia lo respalda". Interesante verdad? Ya le sorprenderé con nuevos temas...
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