Leo en la versión online del USA Today del 3 de Enero de este nuevo 2007 que los inmigrantes se encuentran detrás del 25% de las empresas tecnológicas creadas en los diez últimos años en Estados Unidos (Inmigrants behind 25% of tart-ups).
El artículo hace referencia a un estudio de la Universidad de Duke según el cual una de cada cuatro empresas tecnológicas creadas en Estados Unidos entre 1995 y 2005 (incluyendo la época del fenómeno puntocom) tenía entre sus fundadores, CEOs o Presidentes a un inmigrante.
Estas compañías dan trabajo en la actualidad a 450.000 personas y facturaron en 2005 la nada despreciable cantidad de 52.000 millones de dólares. Inmersos como estamos en varios países de occidente (España entre ellos) en un debate sobre la inmigración, este dato que ilustra la aportación de los inmigrantes a la generación de empleo y a la competitividad en Estados Unidos no debe ser ignorado.
Supongamos que hace diez años la política de inmigración estadounidense no hubiera sido tan estricta como ahora (muros fronterizos, denegación continua de visados, incremento de trámites burocráticos, petición de las huella dactilares de los pies –quien sabe si llegará- para entrar en el país….) y que el 25% de las personas que consiguieron su entrada en el país no lo hubieran logrado (o no hubieran querido intentarlo, como sucede en la actualidad a muchas personas que ven a la sociedad americana como poco “tolerante”) Algunas de las empresas que se crearon nunca habrían llegado a nacer (supongamos que el 25% de las creadas). Ello supondría 112.500 empleos menos; y 13.000 millones de dólares anuales menos de facturación. Si subimos hasta el 50% las cifras ascienden a 225.000 empleos y 26.000 millones de dólares.
Ya se que las restricciones de entrada en el país afectan sobre todo a mano de obra poco cualificada y que aplicar directamente la reducción de manera proporcional es un tanto engañoso, pero más allá de las desviaciones estadísticas, sea cual sea la cifra, ésta es relevante.
El estudio de Duke habla de USA en general. Si particularizamos y analizamos el caso de Silicon Valley, un estudio de University of California at Berkeley revela que el 52% de las empresas tecnológicas de la zona más innovadora del Planeta está fundada por inmigrantes (tienen al menos una persona no nacida en Estados Unidos entre sus fundadores o CEOs) En la foto vemos a David Filo y Jerry Yang, los creadores de Yahoo. Jerry nació el 6 de noviembre de 1968 en Taipei (Taiwan). A los diez años emigró a San Jose, California con su madre Lily(su padre murió cuando Yerru tenía dos años) y su hermano pequeño Ken sabiendo una sola palabra en ingles: shoe.
El artículo hace referencia a un estudio de la Universidad de Duke según el cual una de cada cuatro empresas tecnológicas creadas en Estados Unidos entre 1995 y 2005 (incluyendo la época del fenómeno puntocom) tenía entre sus fundadores, CEOs o Presidentes a un inmigrante.
Estas compañías dan trabajo en la actualidad a 450.000 personas y facturaron en 2005 la nada despreciable cantidad de 52.000 millones de dólares. Inmersos como estamos en varios países de occidente (España entre ellos) en un debate sobre la inmigración, este dato que ilustra la aportación de los inmigrantes a la generación de empleo y a la competitividad en Estados Unidos no debe ser ignorado.
Supongamos que hace diez años la política de inmigración estadounidense no hubiera sido tan estricta como ahora (muros fronterizos, denegación continua de visados, incremento de trámites burocráticos, petición de las huella dactilares de los pies –quien sabe si llegará- para entrar en el país….) y que el 25% de las personas que consiguieron su entrada en el país no lo hubieran logrado (o no hubieran querido intentarlo, como sucede en la actualidad a muchas personas que ven a la sociedad americana como poco “tolerante”) Algunas de las empresas que se crearon nunca habrían llegado a nacer (supongamos que el 25% de las creadas). Ello supondría 112.500 empleos menos; y 13.000 millones de dólares anuales menos de facturación. Si subimos hasta el 50% las cifras ascienden a 225.000 empleos y 26.000 millones de dólares.
Ya se que las restricciones de entrada en el país afectan sobre todo a mano de obra poco cualificada y que aplicar directamente la reducción de manera proporcional es un tanto engañoso, pero más allá de las desviaciones estadísticas, sea cual sea la cifra, ésta es relevante.
El estudio de Duke habla de USA en general. Si particularizamos y analizamos el caso de Silicon Valley, un estudio de University of California at Berkeley revela que el 52% de las empresas tecnológicas de la zona más innovadora del Planeta está fundada por inmigrantes (tienen al menos una persona no nacida en Estados Unidos entre sus fundadores o CEOs) En la foto vemos a David Filo y Jerry Yang, los creadores de Yahoo. Jerry nació el 6 de noviembre de 1968 en Taipei (Taiwan). A los diez años emigró a San Jose, California con su madre Lily(su padre murió cuando Yerru tenía dos años) y su hermano pequeño Ken sabiendo una sola palabra en ingles: shoe.
Nunca había reflexionado sobre ello hasta ahora, pero los inmigrantes reúnen un requisito indispensable a la hora de innovar: el riesgo. El hecho de haber tenido que abandonar sus países y lanzarse a la aventura implica que tienen un “músculo del riesgo” menos “acomodado” que las personas que trabajamos a veinte minutos de nuestros hogares situados en la ciudad que en su día nos vio nacer.
Ponga un inmigrante en su equipo y estará más cerca de la innovación.
Ponga un inmigrante en su equipo y estará más cerca de la innovación.
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