Nuestro amigo Carlos Alonso publica un interesante post en el blog del Executive MBA de ESEUNE.
Tras comprobar cómo se han abierto todos los grifos a saco para las entidades financieras (el corazón de la economía según muchos, que, si dejase de bombear, acabaría con la vida del paciente) los fabricantes de trastos con ruedas dicen ahora que ellos son tan necesarios para la economía como los bancos y como no venden un puñetero coche necesitan liquidez.Como la cosa ha provocado risa entre muchos, a los tres grandes de Detroit (a la sazón General Motors, Ford y Chrysler) nos les ha hecho gracia que en el Congreso les mandaran de vuelta para casa cuando fueron a solicitar dinero (por cierto, cada gerifante voló a Washington a pedir ayuda, ¡en su propio Jet privado!) y que regresaran cuando tuvieran un plan de inversiones para ese dinero, y por eso (los fabricantes de coches) han pasado a la acción mostrando lo que sería Estados Unidos si no les hacen caso: Apocalipsis now (or in a couple of months)
Los más tocados (GM) han creado un sitio web (GM Facts and Fiction ) que vienea decir (con un patético video) que la banca rota de las tres grandes afectaría, primero a sus 355.000 trabajadores en Estados Unidos; luego a los proveedores, para quiénes trabajan alrededor de 13 millones de norteamericanos (como dice Carlos en su post uno de cada diez trabajadores en el país está empleado en servicios relacionados con el automóvil siendo la industria automovilística el primer cliente de acero, plástico, cobre, aluminio, electrónica, etc. del país, con una contribución del 4% del PIB.
Para acojonar más al personal (recordemos al genial Michael Moore y su película Bowling for Columbine en la que nos cuenta cómo gestinan los estadounidenses el "miedo" para tener controlada a su población) dicen que en caso de conflicto armado hasta el ejército se puede quedar bloqueado porque sus Hummer no tendrían recambios para el filtro de aceite e iban a ser machacados por los talibanes a caballo.
Pero vamos a ver, "señores del motor de explósión". ¿Cómo demonios van a quebrar las tres a la vez? Si cae la GM, las pocas ventas que ahora tiene y su cuota de mercado (porque alguien estará comprando coches en USA, aunque sean pocos) se la repartirán entre los otros dos que sobreviven (con lo cual mejorarán su situación). Todos los trabajadores al paro de golpe no creo que se vayan. También cabe la posibilidad de que Tata, el Tato o quién sea compre esas fábricas cuando se produza la banca rota y con una mejor gestión, más próxima a la realidad del mercado con modelos más pequeños, económicos, eco-"lógicos", etc. aproveche el hueco de mercado dejado por el que caiga. Y hasa el ejército puede sustituir los Hummer por Toyotas Land Cruiser (será para echar unas risas, pero antes de mandar a los Marines en mula imagino yo que podrán ir en un vehículo que no sea americano, como hacen otros ejércitos del mundo...¡y no pasa nada! ¡Hasta Obama podría ir a la toma de poder en un Skoda Superb!)
Si el sistema financiero es el corazón que bombea la sangre a los diferentes órganos vitales (y necesariamente ha de ser intervenido y rescatado), yo veo a la industria del automóvil como el músculo (es importante que esté bien preparado para que funciones y genere resultados). Pero al contrario de lo que sucede con el corazón, no pasa nada si los biceps, triceps, cuadriceps...se agarrotan por unas agujetas. Además, aunque la industria del motor no quiera verlo, el siglo del músculo ha terminado y estamos en la era del talento.
Menos esfuerzo físico y más ideas. Menos generar pánico y más ilusionar con el futuro (vehículos silenciosos, con emisiones cero, autodirigidos...). Menos chorradas y más innovación
Vivimos en la era digital; hemos inaugurado el siglo de las ciencias de la vida; la tecnología forma parte de nuestro entorno contidiano; No puede ser que el mundo de las organizaciones empresariales permanezca inalterado. Creemos que ha llegado el momento en el cual las organizaciones deben despojarse de los ropajes de la empresa heredada de la revolución industrial y construirse un vestido acorde a los tiempos. Bienvenid@ al Blog de la Evolución y la Innovación (Enrique de la Rica)
viernes, noviembre 28, 2008
miércoles, noviembre 26, 2008
El momento de la innovación en la innovación
Mis alumnos y asistentes a mis conferencias me han oído decir en varias ocasiones: “¡Bienvenida la crisis!”. Me alegro porque, como ellos saben, pienso que los problemas son el catalizador de la innovación.
La crisis tiene impactos varios. La caída del consumo, el parón de la producción, etc. están requiriendo en esta primera fase inyección de dinero público, planes de rescate, recorte de costes. Sin duda esto es perjudicial para la innovación, pero no queda otro remedio que cortar la hemorragia del paciente. Cuanto éste se estabilice, los líderes (empresariales, políticos, económicos…) se darán cuenta de una cosa: el viejo modelo de negocio no funciona. En muchos casos (automoción por ejemplo) es insostenible. Es ahí cuando se generará el embrión de la innovación “disruptiva”, es decir, de la innovación en mayúsculas. Llegará la oportunidad para las ideas arriesgadas, los emprendedores tenaces y las personas creativas. El turno de la INNOVACION.
La moda de “hacer todos lo mismo” (que nos ha traído hasta estos lares) será sustituida por “es hora de hacer cosas diferentes”. Pero la INNOVACION (en mayúsculas) comienza por innovar en la forma de innovar. Hasta ahora se hacía dentro de la empresa, de la mano de un departamento de I+D (+i), confundiéndose con investigación… La INNOVACION será diferente; podrá ser innovación abierta (wikinnoation), podrá ser un trabajo crowdsourcing (el trabajo en conjunto entre compañeros para la resolución de los problemas de la empresa), podrá ser User-Centered-Innovation (originada por los propios usuarios), pero seguro, seguro, que será diferente.
Hace 100 años casi, en 1925, fruto de una joint venture entre AT&T y Western Electric nació Bell Labs (en New Jersey) de allí han salido (al margen de seis premios Nobel) la célula fotovoltaica, el transistor de silicio, el control del proceso estadístico, el sistema operativo UNIX, el lenguaje de programación C, la tecnología digital para móvil y redes de área local inalámbrica…. Todo ello porque trabajan en equipo investigadores multidisciplinares que integraban diferentes tecnologías. Ahora sucederá lo mismo: nanotecnología, genética, telecomunicaciones, nuevos materiales, nuevas energías….
La crisis tiene impactos varios. La caída del consumo, el parón de la producción, etc. están requiriendo en esta primera fase inyección de dinero público, planes de rescate, recorte de costes. Sin duda esto es perjudicial para la innovación, pero no queda otro remedio que cortar la hemorragia del paciente. Cuanto éste se estabilice, los líderes (empresariales, políticos, económicos…) se darán cuenta de una cosa: el viejo modelo de negocio no funciona. En muchos casos (automoción por ejemplo) es insostenible. Es ahí cuando se generará el embrión de la innovación “disruptiva”, es decir, de la innovación en mayúsculas. Llegará la oportunidad para las ideas arriesgadas, los emprendedores tenaces y las personas creativas. El turno de la INNOVACION.
La moda de “hacer todos lo mismo” (que nos ha traído hasta estos lares) será sustituida por “es hora de hacer cosas diferentes”. Pero la INNOVACION (en mayúsculas) comienza por innovar en la forma de innovar. Hasta ahora se hacía dentro de la empresa, de la mano de un departamento de I+D (+i), confundiéndose con investigación… La INNOVACION será diferente; podrá ser innovación abierta (wikinnoation), podrá ser un trabajo crowdsourcing (el trabajo en conjunto entre compañeros para la resolución de los problemas de la empresa), podrá ser User-Centered-Innovation (originada por los propios usuarios), pero seguro, seguro, que será diferente.
Hace 100 años casi, en 1925, fruto de una joint venture entre AT&T y Western Electric nació Bell Labs (en New Jersey) de allí han salido (al margen de seis premios Nobel) la célula fotovoltaica, el transistor de silicio, el control del proceso estadístico, el sistema operativo UNIX, el lenguaje de programación C, la tecnología digital para móvil y redes de área local inalámbrica…. Todo ello porque trabajan en equipo investigadores multidisciplinares que integraban diferentes tecnologías. Ahora sucederá lo mismo: nanotecnología, genética, telecomunicaciones, nuevos materiales, nuevas energías….
viernes, noviembre 21, 2008
La Universidad española la peor del mundo avanzado
España va a sufrir...y mucho. Es algo que repito en mis conferencias desde hace años. Y es ahora cuando estamos comenzando a sufrir. Son muchos los que dicen que pronto veremos la luz al final del túnel... pero (como digo en http://vayacrisis.blogspot.com ) nos esperan unos años muy duros; en 2009 caeremos de forma continua todo el año (nada de recuperación en el segundo semestre), tendremos "mega-paro" y tardaremos al menos otros dos años en coger aire. Y no estamos haciendo las cosas bien para evitar problemas similares en un futuro porque en España falla el pilar básico para la competitividad de un país avanzado (como se supone que queremos ser): la educación.
Más allá del informe PISA (los adolescentes españoles son los 22 de la OCDE en conocimientos), hoy hemos visto que el Lisbon Council, un centro de estudios sobre asuntos europeos de Bruselas, ha publicado un informe que situa a España en el último lugar en un ránking sobre la calidad de los sistemas educativos superiores entre 15 países de Europa más Estados Unidos y Australia.
La capacidad de producir titulados con capacidades adaptadas a las necesidades del mercado de trabajo del país es nefasta. La capacidad del sistema de reformarse y cambiar para adaptarse es practicamente nula. Por o hablar de lo lejos que quedamos en excelencia del resto de universidades dl mundo avanzado (premios Nobel entre su profesorado y ex alumnos o el número de citas en revistas científicas)
La resultante de todos los elementos tabulados coloca a España a la cola de un grupo que encabezan Australia, Reino Unido y Dinamarca. De nuestros vecinos, Portugal ocupa el octavo puesto y Francia, el décimo.
Los autores subrayan que España ocupa lugares mediocres como el undécimo en ' inclusividad' (el porcentaje de problación en edad estudiantil que acude a la universidad, con el 33%) o el séptimo en ' educación para àdultos' (un 3,6% de estudiantes de entre 30 y 39 años) y subrayan como particularmente desalentador el puesto 16 en ' efectividad' , que mide el reflejo salarial en el mercado de trabajo de la titulación superior.
España tiene que "trabajar para restaurar el equilibrio entre las materias enseñadas en la universidad y el mercado laboral", dice el informe.
Además del farolillo rojo global, el sistema universitario español ocupa el último lugar en 'respuesta' , medida como la capacidad de cumplir los compromisos adquiridos en 1999 en Bolonia para hacer realidad la titulación superior homologable a escala europea en 2010, lo que suponía ofrecer nuevos programas de estudios a partir de 2006.
A pesar de lo bien que se vive en España, del sol, la comida y lo barato que es el alcohol, sólo un 2% de universitarios extranjeros acudan a realizar sus estudios en España. Si lo pensamos bien, ese 2% que viene seguro que lo hace buscando otras experiencias....
Más allá del informe PISA (los adolescentes españoles son los 22 de la OCDE en conocimientos), hoy hemos visto que el Lisbon Council, un centro de estudios sobre asuntos europeos de Bruselas, ha publicado un informe que situa a España en el último lugar en un ránking sobre la calidad de los sistemas educativos superiores entre 15 países de Europa más Estados Unidos y Australia.
La capacidad de producir titulados con capacidades adaptadas a las necesidades del mercado de trabajo del país es nefasta. La capacidad del sistema de reformarse y cambiar para adaptarse es practicamente nula. Por o hablar de lo lejos que quedamos en excelencia del resto de universidades dl mundo avanzado (premios Nobel entre su profesorado y ex alumnos o el número de citas en revistas científicas)
La resultante de todos los elementos tabulados coloca a España a la cola de un grupo que encabezan Australia, Reino Unido y Dinamarca. De nuestros vecinos, Portugal ocupa el octavo puesto y Francia, el décimo.
Los autores subrayan que España ocupa lugares mediocres como el undécimo en ' inclusividad' (el porcentaje de problación en edad estudiantil que acude a la universidad, con el 33%) o el séptimo en ' educación para àdultos' (un 3,6% de estudiantes de entre 30 y 39 años) y subrayan como particularmente desalentador el puesto 16 en ' efectividad' , que mide el reflejo salarial en el mercado de trabajo de la titulación superior.
España tiene que "trabajar para restaurar el equilibrio entre las materias enseñadas en la universidad y el mercado laboral", dice el informe.
Además del farolillo rojo global, el sistema universitario español ocupa el último lugar en 'respuesta' , medida como la capacidad de cumplir los compromisos adquiridos en 1999 en Bolonia para hacer realidad la titulación superior homologable a escala europea en 2010, lo que suponía ofrecer nuevos programas de estudios a partir de 2006.
A pesar de lo bien que se vive en España, del sol, la comida y lo barato que es el alcohol, sólo un 2% de universitarios extranjeros acudan a realizar sus estudios en España. Si lo pensamos bien, ese 2% que viene seguro que lo hace buscando otras experiencias....
jueves, noviembre 13, 2008
Que la grua se lleve mi coche, por favor.
Ayer un alumno me preguntaba los motivos por los cuáles critico tanto a la industria del automóvil (y no es el único que me lo dice). Él es un fanático de los coches y me decía que hoy tecnológicamente son increíblemente superiores a cómo eran hace diez años (más seguros, más ecológicos, más baratos, más rápidos) y al mismo tiempo veía el sector como modélico en muchos aspectos (robotización, organización, comercialización). Además estaba seguro de que el sector iba a ser “rescatado” porque hablamos de la industria más importante del Planeta.
Comparto muchos de sus argumentos, pero sigo en mis trece. Como siempre matizo, en este blog doy mis opiniones personales que muchas veces no están fundamentadas en argumentos consistentes ni en datos reales, sino en mi subjetividad. Digo lo que pienso y aunque parezca lo contrario pienso lo que digo.
Comienzo por los coches: a mi no me parece que en 20 años hayan avanzado tanto. Yo comparo mi Golf GTI 16 válvulas de cuando tenía 20 años (y 20 kilos) menos, con mi Audi S3 de ahora y no percibo tantas diferencias: los dos eran negros, con tres puertas, un volante, tres pedales, una palanca de cambios. El GTI tenía radiocassette y el Audi tiene MP3; el techo del GTI se abría a mano y el del Audi es eléctrico; en la guantera del Golf llevaba la Guía Campsa y el S3 tiene GPS; pero poco más. Vale; el de ahora lleva ABS, ESP y varias cosas más (pero de las que no soy consciente cuando conduzco). Realmente ambos me transmiten sensaciones muy similares al ser conducidos (lógicamente no soy Sebastian Loeb para sacarle todo el jugo posible): aceleran, corren, tienen un sonido simpático, son juguetones…. No quiero parafrasear a Bill Gates cuando comparó la industria del automóvil y la de la informática, pero yo comparo mi iPhone de ahora con el teléfono de hace 20 años (un móvil que iba en una especie de caja y funcionaba como un walkie talkie) y las diferencias son notables; comparo mi ordenador de la Uni (un Amstrad con discos de cinco un cuarto, sin disco duro ni nada que se le asemejara) con mi Vaio, y es mundo. Internet no la puedo comparar porque simplemente no existía. Por no hablar de nuestro sistema de Teleformación Vía Satélite, los cursos online, etc. ¿Y que me dices de la posibilidad de crear un hermano que slave la vida a un niño gracias a las células madre? ¿Realmente los coches han evolucionado tanto como otras cosas de nuestras vidas? Siguen usando ruedas (un invento de hace 10.000 años), una carrocería inspirada en los carruajes (de hace 5.000 años), llevan motores de explosión (inventados a finales del XIX) y se conducen como los coches de los años 30 (con el volante, el acelerador, el freno, el embrague….).
Además, cuestan un pastizal. No solo por lo que hay que pagar para comprarlos, sino por lo que cuesta su mantenimiento: los neumáticos, las puñeteras revisiones, el seguro. Además, hay que comprar una plaza de garaje para los “señoritos” porque en la calle no hay sitio para que pernocten. Y todo para un producto que pasará el 90% de su vida útil parado: o durmiendo en esa plaza de garaje comprada a precio de oro; o aparcado a 20 minutos andando de nuestra oficina (el punto más cercano en el que hemos encontrado hoy sitio para aparcar). Dicen que consumen mucho menos, pero ¿cuánto menos? ¿en lugar de 10 litros a los 100, consumen 7 litros? Vale, eso es un 30% menos. Pero la gasolina está un 100% más cara. El ahorro de combustible no ha sido proporcional.
Y encima ahora los “disfrazan” de ecológicos. Es la leche. La contaminación de un coche es brutal: no solo en su proceso de fabricación, ni en las emisiones derivadas de la combustión (y la propia generación del combustible: extracción del petróleo, transporte, refino….) o en los desechos que genera (cuando se manda a la chatarra o mientras está vivo: piezas de recambio, fluidos contaminantes como el aceite, el agua de los lavacoches, …). Me refiero a la contaminación visual (las calles llenas de coches, atascos constantes en las autovías) y acústica (meten el mismo ruido que hace 20 años y las bocinas si que son más fuertes). Por no hablar de la destrucción del medio ambiente cuando necesitamos más autopistas para tantos y tantos millones de nuevos coches que nos “obligan” (casi) a comprar con esas estrategias comerciales (diseño, publicidad….) que vienen a decirte: “¡Eh!. Pero, ¿a dónde vas con ese buga desfasado? Así no eres nada guay tío!”; o esas fórmulas financieras (como el renting) que venden flotas que son sustituidas ¡cada dos años en muchos casos!
Hombre, tan modélica la industria no puede ser (como afirman algunos) cuando va a tener que ser “rescatada”. Es como lo de los bancos españoles: que dicen en público que son la leche y por la puerta de atrás de la Moncloa exigen 250.000 millones de euros porque si no se lía parda.
Tan listos no son, cuando en los últimos años se han volcado en coches como los todoterreno (el máximo exponente de la irracionalidad humana: miles de Cayenes, Q7 y X5 que en la puñetera vida van a pisar un simple camino forestal, que inundan nuestras ciudades: consumen un huevo; las ruedas cuestan el otro; los seguros son más caros; dos de cada tres huecos que encuentras para aparcar no les sirve; y están dejando sin pintura las columnas de los garajes de medio país). Por no mencionar lo contaminantes que resultan. En Estados Unidos las ventas han caído de manera espectacular (mientras subía el petróleo seguían fabricando pick-ups con motores V8 de gasolina) y han generado gran parte del agujero para el sector.
A los directivos se les exigía crecer (en ventas, en facturación, en beneficios) y además se les incentivaba a ello con multimillonarias primas por incentivos. Y así ha sido hasta que la burbuja ha estallado (pues vaya…de nuevo empleamos la palabrita “burbuja”): se ha ido inflando el mercado, hasta que ya no puede más. La gente en USA comienza a estar hasta las narices de los coches (en Europa más). Tarde o temprano prohibirán su uso en las ciudades (debería de ser ya: convierten las calles en lugares insoportables; el fin de semana estaba paseando por el casco urbano de Pontevedra, sin ver –ni oír- un solo coche y era una placidez encantadora; ¿por qué tenemos que seguir aguantando?. Ah claro…porque es un “sector estratégico”.
General Motors y Chrysler –que en la actualidad negocian una posible fusión-, se están quedando poco a poco sin dinero y han solicitado un préstamo gubernamental de bajo interés por 25.000 millones de dólares, alegando que el objetivo es “ayudar a las empresas automovilísticas estadounidenses a cumplir los nuevos estándares de eficiencia en el consumo de combustible”. Los tres grandes fabricantes estadounidenses han sufrido las peores consecuencias, con caídas este año en sus ventas del 25%. Se han visto envueltos en más o menos el equivalente a la tormenta perfecta; aún estaban en medio de un plan de recuperación, que incluía cosas como la reducción de los costes laborales o la reducción de los costes sanitarios y de las pensiones; asimismo estaban intentando modificar su línea de productos, ofrecer productos de menor consumo, y el precio del petróleo obviamente les afectó en mitad de estos cambios. Y ahora con la crisis financiera, la crisis de crédito, no pueden ofrecer crédito a aquellos interesados en adquirir un coche. Están siendo vapuleados por todos los frentes.
Simplemente: a lo largo de estos años, probablemente en la última década, estas empresas han cometido muchos errores estratégicos. Hace algunos años tenían una estructura sectorial muy favorable. Las fuerzas del sector eran muy positivas. Tenían poder sobre los suministradores. Tenían poder sobre los compradores. Los consumidores no sabían mucho sobre comprar un coche. Tenían tamaño, tenían cuota de mercado. Constituían básicamente un oligopolio de tres empresas. Pero de repente el mundo cambia. La competencia surge. Los clientes adquieren conocimientos gracias a Internet. Los suministradores se vuelven más poderosos.. Pones todos estos hechos en retrospectiva y simplemente han sido incapaces de gestionar bien sus empresas.
¿Con qué rapidez se recuperarán las cifras de ventas de automóviles? Un automóvil es el tipo de compra que la gente pospone en caso de malos tiempos. Pero no lo pueden posponer para siempre. Pero también hay un gran mercado ahora de coches de segunda mano. Creo que las empresas y el Gobierno USA harán todo lo posible para que estas empresas no se declaren en bancarrota. Pero si salen de la crisis saldrán muy tocadas.
Hombre; coches se van a seguir necesitando en el mundo; no podemos volver al caballo ni convertir a las bicis en nuestro medio de transporte. Y es muy difícil que suceda como en otros sectores: que lleguen nuevas empresas, de fuera, que sustituyan a las “jurásicas” (como ha pasado con la electrónica, la fotografía, estamos viendo en el software o en muchos servicios). Para “crear” una “unidad de transporte” innovadora se precisan recursos, I+D, tecnología…Pero….nunca se sabe.. Tiempo al tiempo.
Comparto muchos de sus argumentos, pero sigo en mis trece. Como siempre matizo, en este blog doy mis opiniones personales que muchas veces no están fundamentadas en argumentos consistentes ni en datos reales, sino en mi subjetividad. Digo lo que pienso y aunque parezca lo contrario pienso lo que digo.
Comienzo por los coches: a mi no me parece que en 20 años hayan avanzado tanto. Yo comparo mi Golf GTI 16 válvulas de cuando tenía 20 años (y 20 kilos) menos, con mi Audi S3 de ahora y no percibo tantas diferencias: los dos eran negros, con tres puertas, un volante, tres pedales, una palanca de cambios. El GTI tenía radiocassette y el Audi tiene MP3; el techo del GTI se abría a mano y el del Audi es eléctrico; en la guantera del Golf llevaba la Guía Campsa y el S3 tiene GPS; pero poco más. Vale; el de ahora lleva ABS, ESP y varias cosas más (pero de las que no soy consciente cuando conduzco). Realmente ambos me transmiten sensaciones muy similares al ser conducidos (lógicamente no soy Sebastian Loeb para sacarle todo el jugo posible): aceleran, corren, tienen un sonido simpático, son juguetones…. No quiero parafrasear a Bill Gates cuando comparó la industria del automóvil y la de la informática, pero yo comparo mi iPhone de ahora con el teléfono de hace 20 años (un móvil que iba en una especie de caja y funcionaba como un walkie talkie) y las diferencias son notables; comparo mi ordenador de la Uni (un Amstrad con discos de cinco un cuarto, sin disco duro ni nada que se le asemejara) con mi Vaio, y es mundo. Internet no la puedo comparar porque simplemente no existía. Por no hablar de nuestro sistema de Teleformación Vía Satélite, los cursos online, etc. ¿Y que me dices de la posibilidad de crear un hermano que slave la vida a un niño gracias a las células madre? ¿Realmente los coches han evolucionado tanto como otras cosas de nuestras vidas? Siguen usando ruedas (un invento de hace 10.000 años), una carrocería inspirada en los carruajes (de hace 5.000 años), llevan motores de explosión (inventados a finales del XIX) y se conducen como los coches de los años 30 (con el volante, el acelerador, el freno, el embrague….).
Además, cuestan un pastizal. No solo por lo que hay que pagar para comprarlos, sino por lo que cuesta su mantenimiento: los neumáticos, las puñeteras revisiones, el seguro. Además, hay que comprar una plaza de garaje para los “señoritos” porque en la calle no hay sitio para que pernocten. Y todo para un producto que pasará el 90% de su vida útil parado: o durmiendo en esa plaza de garaje comprada a precio de oro; o aparcado a 20 minutos andando de nuestra oficina (el punto más cercano en el que hemos encontrado hoy sitio para aparcar). Dicen que consumen mucho menos, pero ¿cuánto menos? ¿en lugar de 10 litros a los 100, consumen 7 litros? Vale, eso es un 30% menos. Pero la gasolina está un 100% más cara. El ahorro de combustible no ha sido proporcional.
Y encima ahora los “disfrazan” de ecológicos. Es la leche. La contaminación de un coche es brutal: no solo en su proceso de fabricación, ni en las emisiones derivadas de la combustión (y la propia generación del combustible: extracción del petróleo, transporte, refino….) o en los desechos que genera (cuando se manda a la chatarra o mientras está vivo: piezas de recambio, fluidos contaminantes como el aceite, el agua de los lavacoches, …). Me refiero a la contaminación visual (las calles llenas de coches, atascos constantes en las autovías) y acústica (meten el mismo ruido que hace 20 años y las bocinas si que son más fuertes). Por no hablar de la destrucción del medio ambiente cuando necesitamos más autopistas para tantos y tantos millones de nuevos coches que nos “obligan” (casi) a comprar con esas estrategias comerciales (diseño, publicidad….) que vienen a decirte: “¡Eh!. Pero, ¿a dónde vas con ese buga desfasado? Así no eres nada guay tío!”; o esas fórmulas financieras (como el renting) que venden flotas que son sustituidas ¡cada dos años en muchos casos!
Hombre, tan modélica la industria no puede ser (como afirman algunos) cuando va a tener que ser “rescatada”. Es como lo de los bancos españoles: que dicen en público que son la leche y por la puerta de atrás de la Moncloa exigen 250.000 millones de euros porque si no se lía parda.
Tan listos no son, cuando en los últimos años se han volcado en coches como los todoterreno (el máximo exponente de la irracionalidad humana: miles de Cayenes, Q7 y X5 que en la puñetera vida van a pisar un simple camino forestal, que inundan nuestras ciudades: consumen un huevo; las ruedas cuestan el otro; los seguros son más caros; dos de cada tres huecos que encuentras para aparcar no les sirve; y están dejando sin pintura las columnas de los garajes de medio país). Por no mencionar lo contaminantes que resultan. En Estados Unidos las ventas han caído de manera espectacular (mientras subía el petróleo seguían fabricando pick-ups con motores V8 de gasolina) y han generado gran parte del agujero para el sector.
A los directivos se les exigía crecer (en ventas, en facturación, en beneficios) y además se les incentivaba a ello con multimillonarias primas por incentivos. Y así ha sido hasta que la burbuja ha estallado (pues vaya…de nuevo empleamos la palabrita “burbuja”): se ha ido inflando el mercado, hasta que ya no puede más. La gente en USA comienza a estar hasta las narices de los coches (en Europa más). Tarde o temprano prohibirán su uso en las ciudades (debería de ser ya: convierten las calles en lugares insoportables; el fin de semana estaba paseando por el casco urbano de Pontevedra, sin ver –ni oír- un solo coche y era una placidez encantadora; ¿por qué tenemos que seguir aguantando?. Ah claro…porque es un “sector estratégico”.
General Motors y Chrysler –que en la actualidad negocian una posible fusión-, se están quedando poco a poco sin dinero y han solicitado un préstamo gubernamental de bajo interés por 25.000 millones de dólares, alegando que el objetivo es “ayudar a las empresas automovilísticas estadounidenses a cumplir los nuevos estándares de eficiencia en el consumo de combustible”. Los tres grandes fabricantes estadounidenses han sufrido las peores consecuencias, con caídas este año en sus ventas del 25%. Se han visto envueltos en más o menos el equivalente a la tormenta perfecta; aún estaban en medio de un plan de recuperación, que incluía cosas como la reducción de los costes laborales o la reducción de los costes sanitarios y de las pensiones; asimismo estaban intentando modificar su línea de productos, ofrecer productos de menor consumo, y el precio del petróleo obviamente les afectó en mitad de estos cambios. Y ahora con la crisis financiera, la crisis de crédito, no pueden ofrecer crédito a aquellos interesados en adquirir un coche. Están siendo vapuleados por todos los frentes.
Simplemente: a lo largo de estos años, probablemente en la última década, estas empresas han cometido muchos errores estratégicos. Hace algunos años tenían una estructura sectorial muy favorable. Las fuerzas del sector eran muy positivas. Tenían poder sobre los suministradores. Tenían poder sobre los compradores. Los consumidores no sabían mucho sobre comprar un coche. Tenían tamaño, tenían cuota de mercado. Constituían básicamente un oligopolio de tres empresas. Pero de repente el mundo cambia. La competencia surge. Los clientes adquieren conocimientos gracias a Internet. Los suministradores se vuelven más poderosos.. Pones todos estos hechos en retrospectiva y simplemente han sido incapaces de gestionar bien sus empresas.
¿Con qué rapidez se recuperarán las cifras de ventas de automóviles? Un automóvil es el tipo de compra que la gente pospone en caso de malos tiempos. Pero no lo pueden posponer para siempre. Pero también hay un gran mercado ahora de coches de segunda mano. Creo que las empresas y el Gobierno USA harán todo lo posible para que estas empresas no se declaren en bancarrota. Pero si salen de la crisis saldrán muy tocadas.
Hombre; coches se van a seguir necesitando en el mundo; no podemos volver al caballo ni convertir a las bicis en nuestro medio de transporte. Y es muy difícil que suceda como en otros sectores: que lleguen nuevas empresas, de fuera, que sustituyan a las “jurásicas” (como ha pasado con la electrónica, la fotografía, estamos viendo en el software o en muchos servicios). Para “crear” una “unidad de transporte” innovadora se precisan recursos, I+D, tecnología…Pero….nunca se sabe.. Tiempo al tiempo.
martes, noviembre 11, 2008
Ramón Tamames y la crisis
Ayer lunes 10 de noviembre debatimos sobre la crisis en la Escuela de Negocios ESEUNE de la mano de Ramón Tamames. Alrededor de 150 personas (alumnos de los MBA de ESEUNE) de 12 países (40 de ellos son alumnos internacionales) participamos en un acto del cual extraigo las principales conclusiones.
1. Crisis han habido siempre; en el Siglo XVII la Crisis de los Tulipanes; en el Siglo XVII la Crisis de los Mares del Sur (cuya caida afectó a Isaac Newton tanto como la de la manzana; la Crisis del 29; las dos Crisis petroleras de los 70; la del 93; la de las puntocom...
2. Esta es una crisis con "red": los Estados minimizan el impacto y tienen mecanismos para evitar el caos...pero...¿cuanto aguantarán sus espaldas?
3. Nadie sabe aún el alcance de la crisis....luego no podemos hablar aún de soluciones
4. 2009 será el año de la recesión; a partir de 2010, una larga depresión: varios años de crecimiento muy bajo (necesitamos crecer por encima del 3% para volver a crear empleo y nadie sabe cuando sucederá: ¿será una "V" -una recuperación tan rápida como la caida- o una "L" -un estancamiento tras la caida?
1. Crisis han habido siempre; en el Siglo XVII la Crisis de los Tulipanes; en el Siglo XVII la Crisis de los Mares del Sur (cuya caida afectó a Isaac Newton tanto como la de la manzana; la Crisis del 29; las dos Crisis petroleras de los 70; la del 93; la de las puntocom...
2. Esta es una crisis con "red": los Estados minimizan el impacto y tienen mecanismos para evitar el caos...pero...¿cuanto aguantarán sus espaldas?
3. Nadie sabe aún el alcance de la crisis....luego no podemos hablar aún de soluciones
4. 2009 será el año de la recesión; a partir de 2010, una larga depresión: varios años de crecimiento muy bajo (necesitamos crecer por encima del 3% para volver a crear empleo y nadie sabe cuando sucederá: ¿será una "V" -una recuperación tan rápida como la caida- o una "L" -un estancamiento tras la caida?
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