viernes, noviembre 28, 2008

Los señores de los trastos con ruedas atemorizan América

Nuestro amigo Carlos Alonso publica un interesante post en el blog del Executive MBA de ESEUNE.

Tras comprobar cómo se han abierto todos los grifos a saco para las entidades financieras (el corazón de la economía según muchos, que, si dejase de bombear, acabaría con la vida del paciente) los fabricantes de trastos con ruedas dicen ahora que ellos son tan necesarios para la economía como los bancos y como no venden un puñetero coche necesitan liquidez.Como la cosa ha provocado risa entre muchos, a los tres grandes de Detroit (a la sazón General Motors, Ford y Chrysler) nos les ha hecho gracia que en el Congreso les mandaran de vuelta para casa cuando fueron a solicitar dinero (por cierto, cada gerifante voló a Washington a pedir ayuda, ¡en su propio Jet privado!) y que regresaran cuando tuvieran un plan de inversiones para ese dinero, y por eso (los fabricantes de coches) han pasado a la acción mostrando lo que sería Estados Unidos si no les hacen caso: Apocalipsis now (or in a couple of months)

Los más tocados (GM) han creado un sitio web (GM Facts and Fiction ) que vienea decir (con un patético video) que la banca rota de las tres grandes afectaría, primero a sus 355.000 trabajadores en Estados Unidos; luego a los proveedores, para quiénes trabajan alrededor de 13 millones de norteamericanos (como dice Carlos en su post uno de cada diez trabajadores en el país está empleado en servicios relacionados con el automóvil siendo la industria automovilística el primer cliente de acero, plástico, cobre, aluminio, electrónica, etc. del país, con una contribución del 4% del PIB.

Para acojonar más al personal (recordemos al genial Michael Moore y su película Bowling for Columbine en la que nos cuenta cómo gestinan los estadounidenses el "miedo" para tener controlada a su población) dicen que en caso de conflicto armado hasta el ejército se puede quedar bloqueado porque sus Hummer no tendrían recambios para el filtro de aceite e iban a ser machacados por los talibanes a caballo.

Pero vamos a ver, "señores del motor de explósión". ¿Cómo demonios van a quebrar las tres a la vez? Si cae la GM, las pocas ventas que ahora tiene y su cuota de mercado (porque alguien estará comprando coches en USA, aunque sean pocos) se la repartirán entre los otros dos que sobreviven (con lo cual mejorarán su situación). Todos los trabajadores al paro de golpe no creo que se vayan. También cabe la posibilidad de que Tata, el Tato o quién sea compre esas fábricas cuando se produza la banca rota y con una mejor gestión, más próxima a la realidad del mercado con modelos más pequeños, económicos, eco-"lógicos", etc. aproveche el hueco de mercado dejado por el que caiga. Y hasa el ejército puede sustituir los Hummer por Toyotas Land Cruiser (será para echar unas risas, pero antes de mandar a los Marines en mula imagino yo que podrán ir en un vehículo que no sea americano, como hacen otros ejércitos del mundo...¡y no pasa nada! ¡Hasta Obama podría ir a la toma de poder en un Skoda Superb!)

Si el sistema financiero es el corazón que bombea la sangre a los diferentes órganos vitales (y necesariamente ha de ser intervenido y rescatado), yo veo a la industria del automóvil como el músculo (es importante que esté bien preparado para que funciones y genere resultados). Pero al contrario de lo que sucede con el corazón, no pasa nada si los biceps, triceps, cuadriceps...se agarrotan por unas agujetas. Además, aunque la industria del motor no quiera verlo, el siglo del músculo ha terminado y estamos en la era del talento.

Menos esfuerzo físico y más ideas. Menos generar pánico y más ilusionar con el futuro (vehículos silenciosos, con emisiones cero, autodirigidos...). Menos chorradas y más innovación

1 comentario:

Anónimo dijo...

profesor,
con su permiso copio el ultimo párrafo en mi pizarra del despacho